Otro caso de benemérito hotel del 29,
reconvertido tras el certamen en Cuartel picoleto: El Cuartel del Sacrificio
(no porque sacrificaran a nadie, aunque imagino que palos hubo muchos) sino por
el nombre de la plaza donde se encuentra.
El hotel se llamó Gran Garaje Hotel y su singularidad consistía en que
había habitaciones tanto para los automóviles (planta baja) como para los
huéspedes (planta primera)
A mí me recuerda a los moteles de carretera de las películas americanas o
los autocines, aunque en la Sevilla de los años 30 los automóviles eran un
auténtico artículo de lujo (imagino que sus dueños querían tenerlos a buen
recaudo)
La primera foto resulta engañosa ya que
lo que se conserva en la actualidad de aquel hotel es un simple paño de fachada
integrado en un edificio de nueva planta (destinado a inserción sociolaboral de
personas con discapacidades físicas)
El arquitecto fue el afamado José Espiau y Muñoz, miembro del tridente de
arquitectos regionalistas (Aníbal González era un Messi; y Espiau y Talavera
Suarez y Neymar)
Otro fue el más famoso hotel de Espiau... pero eso es ya otra historia
A mí me recuerda a los moteles de carretera de las películas americanas o los autocines, Aquí la respuesta de que aunque en la Sevilla de los años 30 los automóviles eran un auténtico artículo de lujo (imagino que sus dueños querían tenerlos a buen recaudo)
ResponderEliminarBuenas, su enlace me remite a una página comercial, no a algún artículo sobre el hotel
Eliminar