martes, 29 de octubre de 2019

Córdoba: collaciones medievales, iglesias fernandinas y barrios actuales del Distrito Centro


Dibujo de Córdoba del siglo XVII, Colección Vázquez Venegas, Archivo Catedral de Córdoba

En su día dedicamos una entrada de este blog a analizar las “Collaciones medievales, iglesias fernandinas y barriosactuales del Casco Antiguo de Sevilla”, en el que acabábamos concluyendo que:
1. Los barrios del Casco Antiguo tienen un origen medieval y están vinculado a las collaciones fernandinas.
2. Ya sea como denominación de un barrio "oficial" (San Gil, San Lorenzo, San Julián, etcétera) o como espacios urbanos y entornos residenciales (Plaza de San Marcos, Plaza de San Pedro..) la toponimia de las collaciones y de los barrios actuales es casi idéntica.
Iglesia de Omnium Sanctorum o de la Feria (Sevilla)


3. El fenómeno religioso-antropológico de las hermandades, con tanta fuerza en la ciudad, da también una relevancia toponímica especial a las antiguas collaciones: San Gil se asocia a la Macarena; San Vicente a las Penas; San Martín a la Lanzada; San Lorenzo al Gran Poder; San Andrés a los Panaderos, etcétera. 
4. La conservación de las primitivas iglesias gótico-mudéjares o en su caso de las que la sustituyeron (como dijimos mayormente barrocas) aparte de constituir un rico patrimonio histórico-artístico han tenido las consecuencias toponímicas indicadas.

En aquella entrada nos referimos en varias ocasiones a la ciudad de Córdoba, al existir un fuerte paralelismo en la organización de los territorios tras la victoria de las tropas cristianas dirgidas por el rey Fernando III, en 1236 y 1248 respectivamente.

Veamos ahora con más profundidad el caso de Córdoba. Siguiendo la publicación “La evolución urbana de Córdoba” vemos que:
Tras la reconquista, en la ciudad se diferencian dos zonas, la Medina, que a partir de entonces se llamará La Villa, y la Axerquía, los dos recintos se encuentran amurallados y conectados mediante varias puertas. En este momento la ciudad presenta un estado decadente, las calles sucias y sin pavimentar constituían un autentico muladar ya que a ellas se arrojaba la basura. En época de lluvia los arroyos anegaban grandes áreas. Hasta el siglo XV no se inició el proceso de pavimentación.
El cambio más significativo tras la reconquista es la implantación de numerosas iglesias y conventos, que ocuparán la franja de terreno, vacía por motivos defensivos, colindante a la muralla de la Medina en su lado este. Ejemplo de ello son los conventos de San Pablo y de San Pedro el Real.Las nuevas iglesias llamadas “fernandinas” (en referencia a Fernando III) fueron construidas entre los siglos XIII y XIV. La ciudad se estructura en collaciones o barrios vinculados a cada templo. Siete en la Villa: San Miguel, Santo Domingo, San Nicolás de Bari, San Juan, Omnium Santorum, Santa María, San Salvador y seis en la Ajerquía: Santa Marina, San Andrés, San Pedro, San Lorenzo Santiago, La Magdalena y San Nicolás de la Ajerquía. A finales del siglo XVI aparece una nueva collación, la de San Bartolomé en el extremo suroeste de la Villa. Los siglos siguientes se caracterizan por la fragmentación social; los judíos quedan aislados en la judería (entre la Puerta de Almodóvar y la Mezquita) y los mudéjares serían, a finales del siglo XV, confinados en la actual calle Morería.
Estatua de San Fernando, iglesia de San Francisco de Córdoba

Este cuadro de elaboración propia, nos muestra las collaciones correspondientes a cada una de las dos “mitades” de la ciudad:

Uno de los elementos esenciales de cada collación es la parroquia que se funda, en muchas de las ocasiones sobre antiguas mezquitas. Esa iglesia va a ser un referente fundamental dándole su nombre al barrio. La denominación de los barrios históricos de Cordoba permanece prácticamente inalterable hasta nuestros días.
San Fernando, capilla real de la Mezquita-Catedral

Veamos otro cuadro que nos muestra cuáles fueron estas parroquias “fernandinas” y cuántas se conservan en la actualidad. 


Los templos fernandinos eran de fábrica gótico-mudéjar y de los que aún quedan en pie muchos siguen siendo muy reconocible. 

Hagamos un repaso visual de estas iglesias, empezando por las más identificables con sus edificios originales:

Iglesia de San Miguel, fotos superior e inferior
 
Iglesia de la Magdalena, fotografías superior e inferior

Las dos siguientes fotografías, Iglesia de Santa Marina




Iglesia de San Lorenzo, fotografía superior e inferior





Iglesia de San Nicolás de la Villa,fotografías superior e inferior
Iglesia de San Pedro, fotografías superior e inferior
Iglesia de Santiago, fotografías superior e inferior
Iglesia de San Andrés, fotografías superior e inferior


Algunos vestigios de la Iglesia de Santo Domingo de Silos se encuentran en el actual Archivo Histórico Provincial

Y dos conventos de fundación fernandina que aunque no eran parroquias originarias  de las collaciones, son reseñables. En primer lugar,  San Francisco y, a continuación, San Pablo.
Tanto el Ayuntamiento de Córdoba como el Cabildo Catedralicio de dicha ciudad promocionan una “ruta por las iglesias fernandinas”.


El Cabildo Catedralicio oferta la entrada a todos los templos de la ruta a quienes adquieran la entrada para la Mezquita-Catedral. (10 €), con la ventaja de un amplio horario de visita. La alternativa es el acceso a los templos en las horas de culto o en la apertura general de los mismos.
Dado que los templos fernandinos están declarados individualizadamente como Bienes de Interés Cultural, teóricamente deben tener un horario de visita gratuita (aunque esta cuestión es discutida, ver entrada del blog). Aquí puede verse el horario de visita que ofrece la Diócesis de Córdoba

Como hemos visto son muchos más los templos fernandinos conservados de la Axerquía que de la Villa. El siguiente mapa nos muestra la delimitación de ambos barrios históricos.

Mediante Real Orden de 29 de julio de 1929 (Gaceta del 2 de agosto de 1929), la parte vieja de Córdoba fue incluida en el Tesoro Artístico Nacional como zona Artística de Córdoba. Es lo que después se denominaría como conjunto histórico-artístico y ahora llamaríamos conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural.

Córdoba fue la primera ciudad que se acogió al Real Decreto-Ley, de 9 de agosto de 1926, sobre Protección y Conservación de la riqueza artística, para proteger una parte importante de su casco urbano. Esta parte vieja comprendía la totalidad de la Axerquía o distrito de la derecha y la zona sur de la Villa, antigua Medina islámica, que incluía el Barrio de la Mezquita fundamentalmente. 


Habrá que esperar hasta 2003, para que el Decreto 63/2003, de 11 de marzo, amplíe la delimitación del conjunto histórico de Córdoba. La propuesta de ampliación del Conjunto Histórico de Córdoba se justificaba por la necesidad de preservar gran parte de los valores patrimoniales de la ciudad que quedaban fuera de la delimitación. “De esta manera, se definen unos límites que coinciden en líneas generales con la muralla de la Medina y la Axerquía de época musulmana, incluyendo señalados monumentos, como la Calahorra o el Puente Romano, destacadas zonas históricas de la ciudad, como el barrio de San Basilio y abarcando un subsuelo lleno de importantes vestigios arqueológicos”. 
Torre de la Calahorra
Con esta ampliación del Conjunto Histórico se entiende de  derecho la ciudad histórica que de hecho lo ha sido desde el momento fundacional: básicamente las collaciones fernandinas más San Basilio. Todo esto, además, sin perjuicio de las mayores delimitaciones del casco histórico cordobés de los Planes Generales de Ordenación Urbana de 1958 y 1986. Esta unidad territorial se acerca a las 350 hectáreas.
La Mezquita-Catedral fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 9 de mayo de 1984. El 17 de diciembre de 1994, una década después, la declaración de patrimonio de la Humanidad se amplió al conjunto histórico de Córdoba 
El Centro Histórico de Córdoba declarado patrimonio de la humanidad, unas 80 hectáreas, comprende el entorno de la mezquita-catedral, extendiéndose hasta la orilla del río GuadaIquivir (que incluye el puente romano y la Calahorra) en el sur, hasta la calle San Fernando en el este, hasta el límite del centro comercial en el norte, e incorporando el AIcázar de los Reyes Cristianos y el barrio de San Basilio en el oeste.Esta imagen nos muestra estas diversas delimitaciones.
¿Y cómo se articula el actual Distrito Centro de Córdoba respecto a la ciudad histórica? El siguiente mapa del Ayuntamiento de Córdoba nos muestra los barrios del Distrito Centro:

En este mapa apreciamos los barrios históricos, coincidentes con las antiguas collaciones más el barrio de San Basilio y otros barrios modernos creados en el siglo XX sobre los extremos de varias collaciones, sobre todo de la Ajerquía. Estos cuadros, de elaboración propia, nos muestra la correlación de antiguas collaciones y barrios actuales:

La correlación entre las collaciones medievales y los barrios históricos actuales del Distrito Centro es casi total, incluido las denominaciones. Lógicamente alguna precisión, como por ejemplo, el barrio San Francisco Ribera, situado en la antigua collación de San Nicolás de la Ajerquía, al desaparecer este templo y existir otra iglesia muy importante, la de San Francisco y una alusión al Guadalquivir por su proximidad.



En cuanto a los barrios modernos que se crean en el siglo XX, no conforman conjunto histórico, pero administrativamente se incluyen en el Distrito Centro por su continuidad territorial con la Villa o la Ajerquía. Hemos indicado las collaciones a la que entendemos pertenecían los terrenos sobre los que se asientan estos barrios o la más próxima.
Tras todo lo expuesto y de forma similar a lo que expusimos en nuestra entrada sobre Sevilla, podemos llegar a las siguientes conclusiones:   
-Los barrios del Distrito Centro tienen mayormente un origen medieval y están vinculado a las collaciones fernandinas.
-La toponimia de las collaciones y de los barrios actuales es casi idéntica.
-La conservación de las primitivas iglesias gótico-mudéjares o en su caso de las que la sustituyeron (mayormente barrocas) aparte de constituir un rico patrimonio histórico-artístico han tenido las consecuencias toponímicas indicadas.
Las imágenes de esta entrada son en su mayor parte nuestras (la de las iglesias de Córdoba); los grabados son tomados de la publicación “La evolución urbana de Córdoba” de Ciudades Patrimonio de la Humanidad; hay varios planos tomados del Ayuntamiento de Córdoba y por últimos varias fotografías también de las iglesias tomadas de la magnífica web www.artencordoba.com

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