martes, 17 de junio de 2014

Antigua fábrica de la Compañía Catalana de Gas y Electricidad; La Catalana de Gas

¡¡¡Nueva entrada en el blog: El mudéjar turolense visto por un sevillano!!!

      En la avenida Cardenal Bueno Monreal de Sevilla se encuentra un centro deportivo municipal, pero de gestión privada, conocido por Gallisport. También se le llama la "Catalana", por haber formado parte ese edificio de la antigua Fábrica de la Compañía Catalana de Gas y Electricidad.

   Era aquella una factoría de grandes dimensiones y diversas edificaciones, de las que hoy se conservan tres edificios, todos de titularidad municipal: además del referido centro deportivo la sede de la Junta Municipal y Policía Local del Distrito Sur en la calle Jorge Guillén y el centro cívico "Torre del Agua" en la plaza de Vicente Aleixandre.

      El Catálogo periférico del Plan General de Ordenación Urbana de Sevilla de Sevilla (referido a edificios protegidos fuera del conjunto histórico declarado) otorga protección urbanística de grado "C" a estos tres edificios:


         La fábrica fue construida entre 1912 y 1915 bajo proyecto del arquitecto Aníbal González. Según se recoge en la base de datos del Patrimonio inmueble de Andalucía:


La construcción de esta central eléctrica y fábrica de gas a principios del siglo XX, significa para Sevilla la consolidación de un sistema de producción energética asociada a la idea moderna de industrialización que a finales del siglo XIX y principios del XX, ocurrieron simultáneamente en otros lugares de Europa. Junto con la fábrica de electricidad que en el año 1905 construyera Aníbal González próximo al Prado de San Sebastián y demolida en el segundo tercio del siglo XX, debían haber permitido que un número importante de otras fábricas destinadas a la producción se instalaran en la ciudad en terrenos propicios, vinculados al crecimiento urbano, al no ser ya su situación dependiente de los recursos naturales. Sin embargo esta idea no llegó a concretarse. 

En su momento, la construcción de la central eléctrica y fábrica de gas quedó en las afueras de la ciudad, como únicos edificios de una amplia extensión de terreno urbanizado correspondiente al que sería años más tarde el barrio de El Porvenir. El paso del ferrocarril Sevilla-Cádiz hacía de esta situación un lugar óptimo. La ausencia de edificaciones próximas, permitieron además trazar un ramal ferroviario entre la fábrica y el puerto de Sevilla. Esta construcción fabril dio paso a otras industrias en este sector, conocido como Tabladilla, donde el valor del suelo era muy económico: la fábrica para la Comisaría Algodonera del Estado (1924-1926, Lorenzo Ortiz e Iribar y José Espiáu Muñoz), los Almacenes del Banco Español de Crédito (1927-1928, Vicente Traver y Tomás) o los Almacenes y Oficinas para  la Central Siderúrgica S.A. (1928-1929, Ricardo Magdalena Gallifa) son algunos de las grandes construcciones industriales que allí se situaron. A finales de los años XX, algunas se demolieron total o parcialmente, rehabilitándose para otros usos las partes de aquellas que permanecieron en pie, en un lugar hoy colmatado de edificaciones en el que apenas es posible reconocer su pasado industrial. 


Vemos dos fotografías de los citados almacenes de Banesto, dedicados en la actualidad una parte a viviendas y otra a un hotel: 


Almacenes del Banco Español de Crédito en calle Manuel Siurot, hoy viviendas

Almacenes del Banco Español de Crédito en calle Manuel Siurot, hoy hotel

Asimismo observamos una imagen de la factoría algodonera de Tabladilla que aparecía en una revista del Ministerio de Agricultura de la época: 



Continuando con la descripción de base de datos del Patrimonio inmueble de Andalucía:

 En 1910 la empresa Catalana de Gas decidió la construcción de unas nuevas instalaciones industriales para cual, en 1911, compra terrenos en la Huerta del Rosario y San José (El Porvenir), con una superficie total aproximada de unos cien mil metros cuadrados. Aníbal González redacta el proyecto en el año 1911, aprobándose tras la correspondiente exposición al público en el año siguiente. En 1914 se inauguró la central eléctrica y en el 1915 terminaron las obras. 


El conjunto fabril se componía de varios edificios exentos, destacando las naves adosadas revestidas de ladrillo visto y cubierta a dos aguas, destinadas a central eléctrica, y el silo para carbón y sala de hornos. Este último edificio se ejecutó con estructura vista de hormigón armado, en unas fechas tempranas, propiciando unos espacios interiores que nos traería a la memoria las arquitecturas industriales coetáneas alemanas y francesas, que por aquellos años, empleaban también la técnica constructiva del hormigón armado. Junto a las naves aparecían edificaciones de altura, como las chimeneas o la torre de depósitos, y otras de menores dimensiones, para satisfacer un amplio programa que incluía viviendas, portería y oficinas. La amplia extensión de terrenos permitió la disposición exenta de las edificaciones y obligó a trazar unos recorridos interiores. La organización y disposición en planta de las diversas edificaciones, sus usos, sus tamaños y su construcción, denota que se trata de un proyecto que combinaba las grandes naves de la arquitectura industrial de finales del siglo XIX con el modelo de pabellones, que estaría más próximo a la manera en que se organizaba la arquitectura militar o sanitaria, también en el siglo XIX. Algunos asentamientos industriales alemanes, franceses y del norte de Italia, ensayaron en dicho siglo esta fórmula. 


Los edificios destinados al uso industrial se ejecutaron con menos decoración, en comparación con los pabellones de oficinas donde predominaba el estilo neomudéjar con vanos en forma de arcos de herraduras en planta baja y de medio punto peraltados en planta alta. J. García Gil y L. Peñalver Gómez, en su libro "Arquitectura industrial en Sevilla", realizan la siguiente descripción de los edificios que componían este conjunto industrial: 

- Portería: pequeño edificio de unos 100 metros cuadrados de superficie, de una planta, con cubierta de madera y teja plana. Muros de fábrica de ladrillo visto; ventanas rectangulares. Pretil muy decorado con semi-frontón, pilastras y cornisa. 

- Oficinas y viviendas: planta cuadrada de unos veinte metros de lado, en dos alturas. La planta baja estaba destinada a oficinas y la alta, para viviendas. 


















- Edificios destinados a: depuradoras, talleres y fábrica de sulfato, obreros, contadores de fabricación y reguladores, sala de aparatos y dos gasómetros de cuarenta metros de diámetro. 

- Torre para depósitos en 6 plantas y 30 metros de altura. Cubierta de tejas a cuatro aguas. - Chimenea, de 48 metros de alta, con planta circular de 2,9 metros de diámetro interior con espesor variable de 0,8 a 0,2 metros. Se asentaba sobre base prismática octogonal. Toda la chimenea era de ladrillo visto. (Se conserva en la actualidad). 





































- Silo para carbón y sala de hornos, sobre una superficie de unos 1.500 metros cuadrados, con capacidad para diez mil toneladas y con 27 tolvas. Sala de hornos y varias construcciones auxiliares. La estructura era toda ella de hormigón armado visto, tanto pilares como vigas y forjados-losa, constituyendo una de las primeras realizadas en Sevilla. 

- Central eléctrica: es el edificio más destacado del conjunto, e indudablemente, al que mayor dedicación puso Aníbal González. Lo forman un par de naves gemelas adosadas con cubierta a dos aguas. Una estaba dedicada a caldera y la otra era para las instalaciones eléctricas. Esta última tiene dos plantas en toda la superficie y un tercer nivel en el extremo oeste. La estructura es de muros y pilares de ladrillo y cerchas metálicas. Ladrillo visto en todos los alzados de la fábrica. Cubierta de tejas con lucernario longitudinal. Estructura interior de pilares, vigas y losas de hormigón armado. 





El tratamiento de los muros exteriores de la fábrica se hace a base de un único módulo, separado por pilastras lisas, y que se repite por igual en todos los paramentos, dándole continuidad entre ellos gracias a las aristas curvas de sus esquinas, Este módulo se compone de dobles huecos, con dintel curvo en la planta baja y rectangulares en la alta. Una franja hecha de pequeños rectángulos labrados en el muro recorre horizontalmente la parte superior de las fachadas. Este esquema se altera únicamente en la zona de las tres plantas de altura así como en el centro de los muros frontales. En estos se remata el frontón con pares de ventanas de medio punto. El orden arquitectónico, de proporciones totalmente clásicas (casi como un templo griego), está trazado con total simplicidad, dibujándose los huecos limpiamente sobre el paramento y sin concesión alguna de elementos decorativos superfluos¿. 



Conclusión: en el denominado Nuevo Porvenir, barrio que se extendería desde el original Porvenir y Felipe II hasta Bami y La Estrella y concretamente en la zona situada entre Bueno Monreal Y Felipe II se encuentran estas tres edificaciones de la antigua fábrica de gas y electricidad de Aníbal González. Como hemos visto, la sede del Distrito Sur, en la calle Jorge Guillén, de una clara inspiración neomudéjar.






Ya dijimos que el Centro Cívico estaba en la Plaza Vicente Aleixandre, donde encontramos un busto dedicado al poeta que nació en Sevilla.











Y la central eléctrica que ocupa el actual Galisport. Sabido es que Aníbal González fue un arquitecto prolífico que acometió toda clase de construcciones en Sevilla y en muchas otras ciudades andaluzas. La Catalana no fue la única fábrica que construyó, otros dos ejemplos son la fábrica de carbono líquido del Porvenir, en la actualidad pertenecienete a la Universidad de Sevilla:




y la de tejidos en la calle Torneo, actual sede de la Agencia IDEA de la Junta de Andalucía:




y siendo la Catalana un importante vestigio de nuestro pasado industrial, no sería mala idea (y así lo propondremos) que en la plaza Vicente Aleixandre, que es el punto intermedio entre los tres edificios, se colocara un panel informativo-turístico que explicara los orígenes de la antigua fábrica y los edificios que se conservan. 

Por último, me gustaría traer aquí cono despedida un par de fotografías tomadas de la web  que se enlaza, de las oficinas y torre del agua de la antigua Catalana de Gas barcelonesa. Son obra del arquitecto Josep Domènech i Estapà  y están en el barrio de la Barceloneta. Son dos hermosísimas construcciones modernistas:





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