miércoles, 10 de septiembre de 2014

Arquitectura regionalista en Plaza Nueva y su entorno




Nos detenemos en esta entrada en una rápida panorámica de diversos edificios regionalistas, siete en concreto, en Plaza Nueva, Plaza de San Francisco y calle Zaragoza.

Se trata de obras de Talavera y Heredia; Espiau y Muñoz; Traver y Tomás; Sánchez Núñez y José Gómez Millán.

Empezamos por Plaza Nueva con la llamada casa Longoria, hoy oficina bancaria, de Traver y Tomás de 1.917-20.



En Plaza Nueva destaca el impresionante edificio neobarroco de la Telefónica de Talavera y Heredia del año 1926-28, que encabeza esta entrada y volvemos a ofrecer otra perspectiva




En la calle Zaragoza 48, de 1.925, esta casa de Sánchez Núñez




Y en el número 16, de 1.919, esta otra de Traver y Tomás.



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Por último, en la Plaza de San Francisco y allí tenemos dos obras muy relevantes. La primera, de Espiau y Muñoz, conocida como Casa para Miguel Arcenegui, de 1913:




La web del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) nos dice que se trata de un:


Edificio de transición en el quehacer estilístico profesional de Espiau, realizado de 1911 a 1913, con ciertos sabores del modernismo que ensayara en Orfila 11, que predispone ya al regionalismo en el que con mayor asiduidad militará en su producción. Fue la Casa Peyré, y ha sido notablemente transformada en su interior por la intervención de Pedro Salmerón Escobar en 1986, aunque sigue manteniendo al exterior la nobleza que supieron transmitir a sus construcciones los primeros maestros de la arquitectura sevillana.

La fachada presenta la tradicional disposición de tres plantas con tres huecos en cada una, enmarcando con los cierros laterales de la planta primera el eje principal del edificio, el que dibujan la portada y acceso y el balcón sobre ellos, conforme a la habitual disposición de huecos del siglo XIX acorde a un lenguaje neorrenacentista. El uso de un sistema decorativo, a veces de pináculos, de barandillas muy trabajadas, etc es un elemento definidor de la arquitectura de Espiau, que en esta obra utiliza junto a una crestería en el cuerpo central.

Espiau solicitó que la casa se admitiera al "concurso para la construcción y reforma de fachadas de casas de estilo sevillano" en 1911, antes de la convocatoria oficial del mismo, con bases publicadas en 1912 (si bien el jurado estaba nombrado ya en 1910). No sólo no se admitió en 1912 la vivienda al concurso, con lo que no consiguió la exención de impuestos que tal circunstancia conllevaba, sino que el Ayuntamiento multó la falta de petición de licencia de obras con la que la misma se realizó.

En segundo lugar, la Casa para María Cháfer de 1.914 de Talavera y Heredia






Por último, la casa para Valentín Franco, de 1914-15, de José Gómez Millán, en el número 10 de la Plaza. Según Villar Movellán, edificio modernista.







 Como decían los dibujos animados "Eso es to, eso es to, eso es todos amigos". Muy pronto volveremos con más.

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